domingo, 20 de octubre de 2013

El loop reflexivo

No existe ninguna forma fácil para contarlo, aunque la historia es intrínsecamente simple.

Día tras día se cuestionaba sus acciones, por lo que este sujeto tenía bastante claros ciertos conceptos que atañen a la vida misma: muchas teorías, muchos pensamientos, muchas convicciones. Por esto mismo este extraño sujeto salía hacia afuera como un ermitaño, un sabio, un ducho conocedor, un maldito idiota.¿Quién cresta quiere hablar este tipo de cosas? Ni sobrios ni ebrios la gente tiene poca capacidad de juzgarse, pero cuando se trata de otro el proceso es fácil.

No existe ninguna teoría válida de la vida que no implique el autocuestionamiento. Pueden parecer reales estos pensamientos, pero tarde o temprano caen. En verdad no sé, estoy enojado, más enojado que la cresta, por eso es que escribo del resentimiento más que de la mente.

Volviendo al tema. Este extraño se sentía sólo y vacío, no tiene (ni tenía) ningún tipo de conexión con otra persona, y pasaba a la soledad. Su linda y graciosa amiga que siempre estaba ahí, ahí para cuidarlo y hacerle cariño. Y se sentía querido, por algún momento.

Luego recordaba que odia la compañía de cualquiera por mucho tiempo y pasaba al proceso de cuestionamiento.

Todo esto una y otra vez, por lo menos desde que tenía 15 años.

En verdad, este post es pésimo (eso sería en verdad un insulto para lo que es pésimo). Soy mejor que esto. Perdón, lector.

No hay comentarios:

Publicar un comentario