lunes, 27 de agosto de 2012

No hay nadie.

Hoy entendí por qué los días pasados al post anterior había estado divagando sobre tener una vida de excesos y probablemente lujosa.

Y es que es la verdad. Probablemente no tenga dificultades de aquí a que salga de la Universidad. Probablemente me va a costar un poco conseguir un trabajo, pero al fin y al cabo voy a obtener buena paga.

Pero el punto principal de esta weá es que voy a ganar el sueldo que se necesita para mantener a una familia entera y no voy a tener una. La cantidad de dinero que me va a sobrar va a ser ridícula. Los excesos van a ser exagerados y muchas noches/mañanas voy a terminar mal. El único sentido que va a tener mi vida es trabajar para poder darme excesos y tener una vida lujosa. Y al contrario de lo que muchos piensan la lujuria estará fuera. Fuera porque nunca me atreví, porque nunca fui capaz de superar los traumas de los 13 años. High School is never over.

No estoy dispuesto a sacrificar mi sanidad mental por esta weá. No estoy dispuesto a ser sólo el que entiende. No estoy dispuesto a sentir celos. No estoy dispuesto a vivir miserablemente estos meses que vienen. No estoy dispuesto a ser expulsado de ningún lugar. No estoy dispuesto a intentarlo, porque no estoy dispuesto a perder.

Porque no hay nadie que me controle. Y no va a haber nadie que me controle en el futuro, porque en el futuro lo único que veo es a tí.

Tu amor es un chocolate. Sus endorfinas son débiles. Te necesito conmigo toda mi vida, no me dejes nunca, NUNCA. Si tú me dejas me arriesgo a que alguna otra me rompa el corazón, me parta y me destroce, y me arriesgo al letargo en casa. No quiero. Prefiero los excesos.

Muchas veces he pensado en revelar aquí a quién escribo estas líneas de amor. Pero preferiría honestamente que me preguntaran en persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario