lunes, 19 de enero de 2015

Citas

Una vez un caballero, que ahora es socialista, dijo que la lucha estudiantil está anquilosada porque se hablaba sólo en lenguaje de consignas y nadie desarrollaba ninguna idea al respecto.

En este pequeño mundo literario que se arma en Blogger, las citas son frecuentes. He visto muchas ultimamente, y pareciera casi que cuando alguien las dice es el sabio del grupo. Cantaba uno de mis compositores favoritos

Oye, por qué me veo como un payaso?
Por qué me suenan herraduras?
Por qué ese tonto está de sabio?
Y regalando drogas duras?

Y aún así el susodicho meaba sobre la simiente. Nótese que en este momento yo también estoy citando, mas no contraargumentando una opinión. Fácilmente podría yo estar equivocado en lo que voy a decir, pero mi cita no es un argumento, más bien pretendo ejemplificar el punto central que expongo ahora.

Las citas son nefastas cuando es una respuesta a secas. Sin contexto es lo primero que puedo pensar que empieza a derribar cualquier respuesta que se dé al argumento que sea. La falta de contexto puede terminar por fatalizar aquello que era en verdad heroico, o bien augurado. La falta de contexto es el éxito de la sección Grandes Pensadores de Caiga Quien Caiga, cosa que no es difícil de entender: con las frases sacadas de contexto cualquiera se hace un Gran Pensador.

Lo segundo es la falta de desarrollo respecto de lo que las citas querían decir. Citas de Simone De Beauvoir aparecen frecuentemente y caen en esta categoría, hasta este momento no estoy seguro de que todos sepan que quería decir ella cuando escribió El Segundo Sexo. Hay muchos ejemplos dando vuelta en Tumblr que son frases escritas en máquinas de escribir por gente que más bien se dedica a rebloguear imágenes. Es fundamental saber de lo que se hablaba en principio para poder usar una simple cita como contraargumentación.

Finalmente, y estoy seguro que quedan muchas otras razones, es lo entrampada que queda la discusión cuando alguien usa una cita como argumento. Sin saber si la persona realmente entendió lo que en primer lugar fue un argumento y considerando que probablemente la otra persona no tiene idea del contexto en el que la frase dada como contraargumento fue escrita (o emitida, en realidad), no queda mucho que hacer. Re-explicar toda la idea y más aún discutir sobre si la cita está correctamente empleada no genera el mejor ambiente para discutir nada.

En fin, las citas son peligrosas, y es mejor evitarlas, a menos que sea sólo para ejemplificar un punto más que para responer.

Y no, lo esencial no es invisible a los ojos. Y más aún, la Semiología trata de los signos, no de la capacidad para ver. No es triste cuando no sólo no te entienden, sino que se empieza a discutir por asuntos que nada tienen que ver con lo que en primer lugar fue planteado?

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